jueves, 9 de julio de 2009

D.E.P

Hace tiempo que no escribo, como ya os habreis dado cuenta... la razón no es otra que pura pereza, ciertamente... Y eso que siempre pienso que tengo que escribir, que dejar el blog con los últimos post sobre fallecidos es muy triste y desolador, pero es que últimamente parece que es lo que toca, y pese a que espero que este blog no se convierta en recuerdos póstumos, no puedo dejar pasar a recordar varias muertes acontecidas en este último mes.

Michael Jackson... descansa en paz, no se puede decir más de lo que ya se ha dicho a nivel mundial, ni poner más videos de los que se han visionado en televisión, youtube... Que más decir... pues que se pierde una estrella del pop, en el sentido más estricto de estrella del pop, por eso mismo quizá ha pasado lo que tenía que pasar, una muerte prematura en extrañas circunstancias, después de una vida extravagante y polémica. Sin ser una fan loca de este hombre (¿? animal o cosa), siento su perdida como la perdida de un genio de la música y el baile. Nos gustara o no, nos acompañó en nuestra niñez, nos dio miedo con su Thriller y todos hemos intentado hacer alguna vez el moonwalker... nadie, nunca más, será Michael Jackson.

Pero es que también se ha muerto David Carradine, pequeño saltamontes, o Farrah Fawcett la explosiva ángel de Charlie.

Y más cercanas aún son las muertes de Vicente Ferrer; filántropo, jesuita, cooperacionista, altruista, y humano, sobre todo humano...
Y mi más sentido duelo por Julio Valdeón Baruque... historiador, catedrático y profesor de historia medieval en la Universidad de Valladolid. Uno de los mayores y más prestigiosos especialistas de España en la historia bajomedieval de Castilla, con varios premios nacionales y multitud de libros publicados, que seguirán ilustrándonos y maravillándonos de su sabiduría, porque ante todo era un buen pedagogo, que contagiaba su pasión por la historia y que con una sóla frase era capaz de convencer a todos de la importancia de conocer la historia. Sólo dos semanas antes de que muriera, lo vi en unos grandes almacenes protagonizando una anécdota tierna y entrañable. Aún le quedaba mucho por contar...

Espero que los proximos artículos sean de buenas y gratas noticias, seguro que sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén.

Lo de Valdeón también me dio penita, era toda una institución y ha sido una pena no poder acudir a sus clases o a más charlas suyas que la del CAP. Siempre nos quedarán sus libros.