miércoles, 5 de marzo de 2008

LA ALEGRÍA

En las últimas páginas del periódico el Norte de Castilla siempre hay una poesía de un tal Ansúrez, que siempre leo y nunca me gusta nada... pero el otro día me sorprendió porque me gusto mucho...

LA ALEGRÍA

Un buen día
de improviso, de repente
se va la melancolía
que te enlutaba la frente
y amanece la alegría...
Te están haciendo faenas nazarenas
barrabases y pilatos
que nadan entre dos platos;
gentes que parecen buenas
te están negando la sal
que te ganas cada día;
se están portando tan mal,
tan cutre como solía
el alrededor vital...
Mas repito, de repente,
como el sol que por oriente
viene pregonando el día,
te llega el pulso caliente,
rotundo de la alegría...
Y no por dar en el quid
de la quiniela y saber
si va a ganar el Madrid
el Valencia, el Santander
o, claro, el Valladolid...
No porque te trate con
mayor consideración
alguna gente inmediata,
metepata...
Es muy otra la cuestión,
más íntima y más profunda...
Porque llegó la alegría
cuando más falta me hacía,
clara, pimpante, rotunda,
como cuando desenfunda
sus luminarias el día,
y resuena el tararí
del clarín del buen humor
y el jovial kikiriki
del gallo madrugador.
Así me ha llegado a mí.

(Tampoco es para volverse loco, pero vamos que me gustó...)