domingo, 17 de febrero de 2008

HABLAR POR HABLAR

El otro día estando en una librería y tras merodear por la sección de Arte, la sección de Poesía y la de Novedades, me paré delante de una mesa donde había un montón de libros de bolsillo, muy diversos y baratos.
Me llamó la atención uno en concreto, se titulaba Hablar por Hablar y efectivamente recopilaba las historias que cuenta la gente en este programa de la radio. Ojeaba las páginas mientras pensaba que aquí el que no corre vuela y ya se hacen libros de todo. No sé muy bien por qué razón comencé a leer una de las historias reales. Una historia que me dejó una sensación rara... por lo dura y triste que me pareció.
Los que soléis pasar por aquí os habreis dado cuenta de lo mucho que tiendo a recordar el pasado. Para mí el pasado es importante... por supuesto que el futuro también lo es, siempre hay que mirar hacia adelante, y hacerlo con fuerza y optimismo, pero cuando el futuro es incierto, cuando el mundo gira y no sabes muy bien donde has de bajarte tú, el pasado y los buenos momentos que en él hay, para mi es un refugio, un lugar recurrente que nada ni nadie puede quitarme. Por eso quizá me llamó tanto la atención está historia que aquí transcribo, y que pude encontrar en la página web del programa.

"Hace más de treinta años que me pasó una historia que no sé por qué os quiero contar hoy. Cuando yo tenía más o menos 20 años tuve un accidente con el camión.
Por lo visto me quedé en coma seis meses y, cuando me desperté, yo no me acordaba de nada y tardé mucho en asimilar lo que me había pasado. Abrí los ojos y me dijeron que alli delante tenía a mi familia, pero yo no conocía a nadie. Miré a una señora que me abrazó llorando y me dijeron que era mi madre, había un señor con gesto serio y me dijeron que era mi padre.
Me llevaron a un domicilio que no me sonaba de nada y me dijeron que era la casa en la que siempre había vivido. Lo único que reconocí cuando entré fue al Bolas, mi perro.
Me acosté en una cama fría y para mí era la primera vez que me metía entre esas sábanas. Al día siguiente me presentaron a una chica y me dijeron que era mi novia de toda la vida, pero yo nunca sentí haber estado enamorado de ella. Dijeron los médicos que poco a poco iría recobrabdo la memoria de mis primeros veinte años, pero eso nunca ocurrió.
Toda mi vida siguió como había estado planeado antes del accidente. Seguí con mi trabajo de camionero, me casé con la chica que era mi novia, y tengo una familia que me quiere y a la que quiero. Pero es como si todo hubiera empezado aquel mes de noviembre. Nada de lo que hubo antes existe para mí. No recuerdo haber sido nunca un niño, no recuerdo haber jugado, ni la época del colegio, ni siquiera sé por qué no seguí estudiando. No recuerdo el primer beso, ni como conocí a mi mujer. Tengo imagenes sueltas de la noche del accidente. El ruido del camión al chocar. El silencio. El despertar. La vuelta a casa. Alguien me dió la oportunidad de nacer otra vez. Vale. Pero cuando lo hice, mi vida ya estaba inventada.
Por eso tengo una pena infinita que no se me cura. Han pasado tres décadas y sigo igual. El Bolas, mi perro, ya murió, así que ya no tengo ningún nexo con mi pasado. Algunos domingos cuando voy paseando solo por la orilla de la playa, me pregunto si las personas con las que me cruzo notarán que no soy un hombre feliz."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo se acordaba del perro, qué curioso!.. Si en vez de un relato hubiera sido una peli el final distaría mucho de éste: el prota se habría largado de allí y comenzaría una vida "de verdad", en la que las personas que conociera también empezaran desde cero en su relación con él.
Por cierto, ¿habéis visto "The Majestic" de Jim Carrey?
Ana Ulloa

Anónimo dijo...

Da qué pensar que solo recordase al perro, muy curioso...

Por otra parte, vivir sin pasado y quizá una vida que te da igual -porque esa gente te ha sido impuesta-, no tiene sentido, pobre chaval.

Joer, vivir sin pasado, si yo estoy cada cuarto de hora danzando por allí...y como dices tú, si muchas veces la manera de tirar p'alante es acordándote de cosas del pasado que han merecido la pena.

uff qué agobiosss
Besitos

Unknown dijo...

Que huevada lo que le paso a este tipo, no? Yo no se como habria reaccionado. Siempre he dicho que para mi la infancia fue la mejor epoca de mi vida. Daria lo que fuera por volver al pasado aunque solo fuera para experimentar de nuevo esos anios una sola vez mas.

Mis amigos se sorprenden de la cantidad de cosas de las que me acuerdo de mi infancia, me acuerdo casi de mas cosas de esa epoca que de ninguna otra. Hasta una vez le hice a mi mami un plano perfecto de la casa de Segovia donde solo vivi hasta los 5 anios... Con la distribucion de los muebles y todo!!

Aun hoy, cada vez que desechan en mi casa algo de aquella epoca (como cuando se estropeo la tele ya definitivamente) siento que algo se muere en mi interior, es como si me alejase un poco mas de la posibilidad de revivir aquella epoca, de volver ahi... Recuerdo que incluso de pequenio lloraba muchas noches en la cama pensando en "los viejos tiempos" como decia yo, y a mi papi le tocaba consolarme (y mi hermano comido mierda, claro, porque no le dejaba dormir, jejeje). Hasta queria hacerme rico de mayor para comprarme la casa en la que vivia de pequenio en Segovia... (cosa que lamentablemente no ha pasado ni parece que vaya a ocurrir en un futuro proximo...)

Pensar en esa epoca me trae a la vez muchisima alegria y muchisima tisteza. Creo que pensar en esa epoca es lo que mas triste me pone en la vida, pero no dejaria de hacerlo por nada del mundo.

LO FELIZ QUE FUI EN ENTONCES NO LO VOLVERE A SER NUNCA MAS. (triste saber eso, no?)

Asi que os podeis imaginar como me sentiria yo si me pasa lo mismo que a este hombre, no? me pego un tiro, fijo, vamos.

Miguel