martes, 9 de octubre de 2007

LA NOCHE BLANCA

París. AP. Un grupo de intrusos, aparentemente alcoholizados, irrumpió en la madrugada del domingo en el Museo d'Orsay e hizo un hueco en el cuadro Le Pont d’Argenteuil (El puente de Argenteuil ), del pintor impresionista Claude Monet.

Una cámara de vigilancia captó a un grupo de cuatro o cinco personas que ingresó al museo, localizado frente al río Sena, que alberga una de las colecciones más importantes de obras del impresionismo.

“La alarma sonó y el grupo huyó, pero antes dañó la pintura”, expresó la ministra de Cultura, Christine Albanel.

De acuerdo con un consejero de la Ministra, la perforación –probablemente realizada con un puño– dejó un rasgón de 10 centímetros en Le Pont d’Argenteuil , obra que muestra una vista del Sena con un puente y botes. (EL PAIS digital 08/10/2007)

Esto sucedía la madrugada del sábado pasado. En París se celebraba la Noche en Blanco, noche en la cual todos los museos y edificos significativos de la ciudad abren de manera gratuita las puertas al público. Esta iniciativa de abrir los museos una noche y llevar a cabo espectáculos y diferentes representaciones en la calle surgió hace unos años en París, otras ciudades europeas han tomado ejemplo y también tienen su noche en blanco o noche blanca, entre otras Madrid que tuvo su noche hará un par de fines de semana. Me dejé caer por allí, por ver de que trataba la cosa, y mi impresión fue un tanto ambigua. La idea es buena, potenciar la cultura no está demás, pero claro es Madrid, es España, es gratis y era desproporcionada la cantidad de gente que había por las calles, lo largas que podían ser las colas de entrada... A los museos pasamos de entrar porque personalmente los tengo bastante vistos, y no apetecía estar haciendo cola 4 horas de pie. Pero me hubiera gustado saber que te enseñaban, porque en los pocos edificios que logré entrar me llevé la ingrata sorpresa de que no te dejaban ver todo, sino que te hacían un recorrido en el que veías más bien poco, o como en el caso del Banco de España, te metían a ver una exposición de fotografía en vez del edificio en sí, que era lo que todo el mundo esperaba ver.

He de reconocer que aunque el ambiente era bastante bueno, y por las calles pese al agobio de gente se estaba bien por ser algo diferente, me decepcionó un poco el no poder ver lo que realmente quería ver. Sin embargo tras leer esta noticia de lo sucedido en París, casi me alegro de que no dejen ver todo, no vaya a ser que por una noche "loca", queden dañadas obras de gran prestigio y tengamos que lamentarlo toda la vida. Y tampoco hay que llegar a los límites de París de dar un puñetazo y rasgar una pintura, y esto lo pensaba viendo las enormes colas, todo el año manteniendo un ritmo concreto de visitas, manteniendo una temperatura y humedad exacta para no dañar las obras... para que en una noche entren miles de personas y se cambie por completo el ambiente espacial... No sé, esta noche me causa más paradojas que alegrías, pero bueno, también es cierto que no hace falta colarse entre las multitudes para dañar una obra. Recuerdo estar frente a la pintura "La libertad guiando al pueblo" de Delacroix en el Louvre, y comentar con un compañero lo maravillosa y espectacular que era, pero también lo fácil que sería cargártela, no hay un cristal, no había cuidador de sala, podíamos sacar una pequeña navaja o un cúter (los controles en la puerta también dejaban que desear) y hacer un corte en el lienzo, nos pillarían sí, no nos daría tiempo a salir y las cámaras registrarían nuestras caras, sí, pero el daño ya lo habríamos hecho.

Si no que se lo pregunten a la Venus del Espejo de Velázquez, apuñalada 7 veces por una feminista en 1912, mientras colgaba en la National Gallery de Londres...


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